¿Recordáis la entrada de Introducción a este Blog? Pues voy a recurrir de nuevo a la película Waking Life, y además a la misma escena de la que os hablé en la introducción. En esa escena el protagonista y el hombre que le hablaba iban en un coche, y el protagonista era un chico que no conocía bien la ciudad. Otro pasajero le dio una dirección al hombre que hablaba para que dejase al protagonista, y éste preguntó que qué había allí. El conductor le dijo, entonces:
"No lo sé todavía, pero es algún lugar. Y determinará el curso del resto de tu vida"
Esa idea es justo la que he pretendido plasmar en Efecto Mariposa.
Imagino que aún es difícil visualizarlo. Es fácil comprender la idea, pero no su relación con este patrón. Os contaré un par de historias, ambas más o menos personales, porque no me gusta demasiado hablar de cosas de las que no estoy seguro. Y, espero que me disculpéis, la primera habla sobre matemáticas:
Ha llovido mucho desde entonces, pero aún lo recuerdo perfectamente; Era una clase cualquiera de instituto, del día a día. Estábamos haciendo ejercicios de trigonometría. En concreto, estábamos haciendo un ejercicio sobre lanzamientos de misiles. "Calcule usted el ángulo con el que debe lanzarse tal misil sabiendo que la distancia del objetivo es de tal y tal y que se encuentra a una altura respecto a la lanzadera de tal y tal y bla bla bla".
Nuestro profesor siempre insistía en que, en trigonometría, debíamos anotar el resultado al menos con cuatro decimales. Cuantos más mejor, pero como mínimo cuatro decimales para una mayor exactitud. Bueno, pues uno de mis compañeros dio su respuesta, y estaba bien, pero la dio con sólo dos decimales y mi profesor montó en cólera. Comenzó a explicarnos que esa clase de errores no se pueden cometer, porque, en trigonometría, 0'00001 grados de diferencia suponen un error así
Al principio, y eso es lo que a nosotros nos puede parecer a la hora de plasmar el ejercicio en un dibujo pequeño, en la libreta. Pero en la vida real, al poco que el misil avanzase, el error sería así:
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Por si a alguno no nos quedó claro, pasó a demostrárnoslo de forma gráfica, con un programa de vectores en un ordenador. Puso una diferencia de ángulo mínima entre dos líneas; al principio, la línea parecía la misma. Pero fue ampliando y ampliando, y las líneas iban separándose levemente. Después de ampliar mucho, la distancia era abismal. Fijáos:
Alfa es el ángulo, el error que marcará diferencia entre lo que era la opción correcta (línea de O a A) y la errada (línea de O a P). Bien. Al principio, la diferencia es lo que está coloreado en amarillo. No es tanto, ¿Verdad? pero al poco que avanzamos, la diferencia es bastante mayor, el seno de alfa. Y si avanzamos un pelín más, la diferencia se vuelve mayor todavía, la tangente de alfa.
Ahora bien, este dibujo está expresado en... ¿Qué? ¿Centímetros? Vale, imagina ahora que las líneas avanzan hasta ser metros. La diferencia sería enorme, ¿Verdad? Imagina ahora que las líneas avanzan hasta ser kilómetricas. La diferencia es tan grande que no se puede ni imaginar.
Ahora quiero que os hagáis la siguiente pregunta. Para comprender Efecto Mariposa es importante que os la hagáis llegados a este punto, y que reflexionéis sobre ella. Visualizad las líneas anteriores en centímetros (sólo tenéis que mirar el dibujo) y (en este caso imaginando) en metros, y hasta en kilómetros.
Ahora, quiero que imaginéis que el ángulo Alfa es vuestra pequeña decisión, y quiero que en vuestra imaginación hagáis la siguiente transformación:
Centímetros - Horas
Metros - Días
Kilómetros - Años
Cuando miráis la diferencia que marcó alfa a nivel kilométrico, ¿Os sigue pareciendo una pequeña decisión?
¿Existen realmente las pequeñas decisiones?
Para esclarecer esta última cuestión os contaré la segunda historia:
Mis padres llevan bastantes años casados. Y antes de estar casados estuvieron casi diez años juntos. Han tenido dos hijos, y desde que se conocieron han pasado muchísimas cosas, y muchísimas cosas han dependido de que se conocieran. ¿Cómo se conocieron mis padres? Bueno, pues había una fiesta en un pueblo, y un amigo de mi padre lo invitó a ir. Casualmente a esa fiesta fue también mi madre, a la que también habían invitado. Imaginaos que alguien os invita a una fiesta y en ese determinado momento no os apetece mucho, o sí os apetece pero tenéis cosas por acabar, etc. Podéis decidir ir o no ir a la fiesta, pero en ningún momento se os va a pasar por la cabeza que estáis tomando una gran decisión que va a determinar el resto de vuestra vida (no digo va a cambiar el resto de vuestra vida porque eso sería hablar de un destino prefijado, algo que niego firmemente. Cambiar y determinar son cosas totalmente distintas).
Por supuesto que no. Nadie piensa que algo como ir a una fiesta cualquiera sea una decisión que determinará el resto de su vida. Pero lo es. Todas las decisiones, por poco importantes que parezcan al principio, determinan nuestra vida con el paso del tiempo. Mi padre podría haber pensado:
- Si voy a la fiesta, me lo pasaré bien pero mañana puede que tenga dolor de cabeza.
- Si no voy a la fiesta, mañana estaré despejado pero cuando se pongan a hablarme de ella me arrepentiré de no haber ido.
Y ya está. Es imposible que una persona piense algo como "Si voy a la fiesta conoceré a la mujer de mi vida, me casaré con ella, tendré dos hijos, iré a nosecuántos países, esa relación me llevará a conocer a nosecuántas personas, trabajaré en nosedónde..."
¿Y si a mi padre no le hubiese apetecido ir a la fiesta? Bueno, es una decisión muy poco importante, ya ves tú, una fiestecilla cualquiera, la semana que viene ya harán otra y ya veré si me apetece ir...
Bueno, en primer lugar, si mi padre no hubiese ido, vosotros no estaríais leyendo este blog. Y quien sabe, quizás alguien que lea esta entrada reflexione acerca de su vida y las decisiones que ha estado tomando, y tome una pequeña decisión que no habría tomado de no haber estado leyendo esto (o simplemente porque el leer esto lo ha entretenido y si hubiera salido diez minutos antes de casa un coche lo habría atropellado y habría muerto), y a raíz de esa pequeña decisión acabase haciendo algo importante y ganando un premio.
Si mi padre no hubiese decidido ir a aquella fiesta hace tantísimos años, no habrías ganado ese premio.
Ése es el efecto mariposa.
"El aleteo de una mariposa puede provocar un Tsunami al otro lado del mundo"
Proverbio Chino
Todo esto que habéis leído es lo que he pretendido plasmar en este patrón. Lo explico:
El punto de los nueve que se encuentra abajo a la izquierda representa el momento de tomar la decisión, el punto de partida. Por lo tanto, las líneas azules simbolizan las consecuencias de esa decisión. Y las líneas rojas son para marcar un énfasis en lo distantes que están esas consecuencias. Como veis, al avanzar solamente un punto, la segunda línea roja es mucho mayor que la primera. Y las líneas azules podrían seguir avanzando en línea recta, muchos puntos más, muchos días, muchos años... Y la línea roja seguirá haciéndose más y más grande.
Todo esto se puede ver de forma matemática, pero en la vida sólo podemos ver una de las líneas azules, y por tanto jamás podremos ver las líneas rojas.
Tampoco se puede imaginar lo que pasará antes de tomar la decisión, ni adivinar qué hubiera sido de no haberla tomado, por mucho que nos lo preguntemos.
Y por supuesto tampoco es algo que podamos leer por escrito una vez muramos, o algo que no dependa de nosotros, sino de algún ser superior que tiene un plan prefijado para todos.
Creer y aceptar algo así sería negar tu libertad individual, ya que tomar una decisión tras una elección y aceptar sus consecuencias es lo que nos hace libres.
Para terminar, me gustaría aclarar que mi objetivo con Efecto Mariposa es, aparte de que reflexionéis sobre todo esto, que lo visualicéis de vez en cuando en vuestra imaginación para que no volváis a menospreciar ninguna de vuestras decisiones, por poca importancia que os parezca que tienen. Por poco que creáis que ayudáis. Nunca penséis que vuestra decisión carece de consecuencias.
Pero recordad que este patrón es, simplemente, la representación de algo que no existe. Porque no existe nada que derive de algo que no hayáis hecho. Pero no por el hecho de que este patrón no exista deja de ser importante. Las matemáticas tampoco existen. Y confieso que no me gustan demasiado pero ¿Dónde estaríamos si no las hubiésemos utilizado? Ni siquiera existe el tiempo. Tampoco existe lo correcto o lo incorecto. Hay tantísimas cosas que no existen pero que aun así necesitamos, que debemos tener en cuenta y podemos utilizar...
Sólo espero que os ayude a comprender algunas cosas. Ésa ha sido mi decisión. Me pregunto qué consecuencias traerá el que leáis esto o no.
Un Saludo.
